viernes, 29 de julio de 2011

ALCIRA ARGUMEDO PRECANDIDATA A PTE. MOVIMIENTO PROYECTO SUR PEHUAJO

PROYECTO SUR PEHUAJO


Alcira Argumedo: “Tenemos la fortaleza de los jóvenes”

Estamos dando un paso más en esta batalla por construir una fuerza emancipadora, dispuesta a impulsar un proyecto capaz de erradicar las lacras, las heridas, los vicios morales. Las lacras de la desnutrición y el hambre; la desocupación y la precarización laboral; la pobreza y la indigencia; la degradación del sistema público de educación y salud. Las lacras de la corrupción y el delito organizado, que están en la base del problema de la inseguridad. Porque hacen políticas distractivas, tendientes a reprimir al último eslabón de la cadena: ¡mientras se plantea una baja en la edad de imputabilidad, los hermanitos Juliá salen tranquilamente del aeropuerto de Morón y pasan por Ezeiza con una tonelada de cocaína! Acá hay delito organizado porque hay una clara complicidad de funcionarios públicos, sectores de la policía y del sector judicial. Y contra eso vamos a pelear.

Esta degradación fue posible por esa caída de los valores que a lo largo de los años fue generando la hegemonía cultural del neoliberalismo. No fue sólo una política económica depredatoria, sino una propuesta cultural que valoriza el lucro como objetivo esencial de la vida, que valora a las personas no por lo que son sino por lo que tienen y que naturaliza la corrupción… Por eso una de las tareas esenciales de Proyecto Sur es promover una profunda reforma intelectual y moral para sentar las bases de una ética pública y política capaz de desplazar definitivamente esa hegemonía cultural aberrante y cretina del neoliberalismo.

Argentina tiene un gran potencial para dar respuesta al cambio de época histórica que estamos atravesando. Presenciamos día a día la caída de Estados Unidos, último polo de poder del Occidente central. Y Europa occidental también está trastabillando. Es tal el cambio de época, que caen los polos de poder que dominaron al mundo durante siglos.

La China del siglo XXI, como toda potencia emergente, plantea su penetración a través de la inversión y el comercio, como hizo Inglaterra en el siglo XIX. No es posible que el 90% de las exportaciones argentinas a China sean productos primarios sin ninguna elaboración, y que el 90% de las exportaciones chinas a la Argentina sean productos industriales. Eso afecta directamente a nuestro problema de desocupación y precarización e impide el lanzamiento de un proyecto de reindustrialización.

Tenemos grandes contrastes con el oficialismo. Mientras nosotros planteamos la reconstrucción de los ferrocarriles, de la industria naval, aeronáutica y de telecomunicaciones, el oficialismo va -de viaje de negocios a China- con Franco Macri…

Queremos lanzar un proceso de reindustrialización y recuperación de los recursos energéticos, la pesca, de revisión de la deuda externa, que es otra de las grandes farsas que nos presentan. Nos plantean una política de “desendeuda-miento” como una epopeya nacional, y han pagado en los últimos cinco años unos 60.000 millones de dólares. Es dos veces la destrucción del terremoto y el tsunami en Chile. Si no hacemos una auditoría de la deuda, estamos condenados a tener ese costo hasta el año 3012. Esas son las nuevas formas del colonialismo y el desangramiento de nuestra patria…

Nos mandan una ley contra la extranjerización de la tierra. Hoy el 10% de las tierras argentinas están extranjerizadas: 17 millones de hectáreas. ¿Saben cuál es la propuesta “revolucionaria” del oficialismo? ¡Que se pueda enajenar hasta el 20% de las tierras!

Si miramos a los indignados de Europa o las turbulencias del mundo árabe, tienen en su base la total marginación de los jóvenes por estas políticas salvajes. Y nuestros jóvenes en un 75% están desocupados, precarizados o trabajan en negro. Se está creando una bomba de tiempo. Estamos en el Titanic. El oficialismo se siente feliz porque está bailando el vals. Y gran parte de la oposición sólo aspira a ver cuándo le toca la próxima pieza. Pero nadie sale a ver qué está pasando con los témpanos que se vienen. Es posible eludirlos, pero hay que orientar el barco. Eso es lo que no están haciendo, y ése es el gran trabajo de Proyecto Sur.

Nos van a poner muchas trabas… Pero estamos dispuestos a dar esta batalla porque tenemos el potencial y la fortaleza de los jóvenes que se vienen acercando, y esta capacidad de articular el tejido social que estaba atomizado. Creo que vamos por el buen camino. ¡Si a la Barrick Gold la preocupamos, es que estamos bien encaminados!

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